14 abril, 2007

Personalidad

"...es algo que considero inútil. Al fin y al cabo solo se trata de una "no aceptación" de la soledad. Te explico por qué.

El poseer una personalidad superficial únicamente para intentar ser aceptado supone renunciar a tu propia personalidad en favor de gente que no ha sabido apreciarla o respetarla. Gente que posiblemente no te aporte nada o no cuaje contigo. El respeto es para mi uno de los pilares de la sociedad y de las relaciones humanas, por lo que adoptar una personalidad superficial para intentar una falsa integración entre gente que no te respeta no me parece recomendable. Al fin y al cabo seguirás estando solo, aunque aparentemente estarás rodeado de gente. Por lo menos podrás disfrutar con la hipocresía y la falsedad.

El segundo motivo es que es una vergonzosa metira hacia la otra persona ¿Qué ocurrirá cuando una surpeficial confianza llegue a esa relación? Entonces será cuando creas que puedes abrir la puerta de tu verdadera personalidad. Aunque nadie te asegura que la otra persona sea capaz de entenderla y el darse cuenta de que no te conoce realmente puede resultar muy molesto, lo que seguramente acabará con un abandono de esa relación. Es una mentira hacia ti y hacia la otra persona.

Si eres realmente tú pobablemente serás rechazado, pero al fin y al cabo rechazado por gente que no te respeta. Posiblemente estarás solo. Pero al menos en el momento en que alguien no te rechace sabrás que posiblemente lo hace de verdad.

Es solo mi opinión. Mi tope de hipocresía y falsedad ya se ha alcanzado. Es una de las consecuencias de tener personalidad y no aceptar las normas estúpidas..."

3 comentarios:

Loth dijo...

No desconfíes del poder de las minorías. A veces, un disidente atrae la atención no sólo sobre sus detractores, sino también sobre aquellas mentes divergentes que esperan hacer coalición, y quizás cambiar las cosas. O como mínimo, intentarlas.

exLyda dijo...

A pesar de tanto que me quejo, algo en mí no logra encajar con los demás. Juro que he intentado ser como ellos, pero inevitablemente que quedo callado, sin saber cómo reaccionar. Son tan extraños, hablan todo el puto día y jamás dicen nada; siempre están sonriendo, como si tuvieran un orgasmo cada que respiran. Todos aseguran preferir la sinceridad y cuando les dices: "me vale madres tu vida" se ofenden. ¿Cambiar para encajar con la sociedad? Prefiero esperar, quizá algún día dé con alguien que no tenga que cambiar para adaptarse a mí, ni yo a esa persona.

Anónimo dijo...

Es increible leer hoy, precisamente hoy esta entrada... que cosas eh!
Ironías de la Red, la he señalado al azar.
Ehh, he leído unos tres post de este blog, me pareces tú en todos y cada uno de ellos y no me he llevado ninguna sorpresa.

La alienación como mecanismo de integración, puagggggggg!!!!!!
¿Ó acaso de Evasión? ;)