31 marzo, 2007

Plug me in

Después de una lesión muy molesta en la muñeca derecha, que se ha curado de manera repentina (ya me advirtieron de esta posibilidad), he vuelto a romper un poco más la rutina haciendo una de las pocas cosas que me distraen verdaderamente y para las cuales puedo mantenerme concentrado: tocar el bajo.

Hacía semanas que no practicaba y me alegra saber que las molestias se han marchado, ya que hace unos días el dolor que me produjo en solo quince minutos fue suficiente como para no intentarlo de nuevo.

No sé muy bien por qué escribo esto. Quizá el saber que puedo volver a tocar me aporta cierta tranquilidad y por supuesto una descarga adicional de adrenalina y distracción. Necesitaba desesperadamente alejarme de todo.

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